miércoles, 18 de marzo de 2015

Micro conclusiones




El columpio es el corazón que siente el vacío del amor en la distancia





M Á M










Y de repente, todo cae por su propio peso, el dolor en el alma que me ha acompañado


por un insospechado tiempo, en que el corazón aguardaba por ese mi más e inmenso sueño, albergado como un gran tesoro al que solo bastaba con esperar, para sentirlo por un minúsculo instante, en que el cielo descendía para rozarme con una efímera caricia, como un premio consuelo por el tiempo invertido, por la espera constante, decae como en un precipicio.


Los sentimientos albergados se suicidan, vendados sus ojos y amordazadas las palabras.


De pronto me viene a la memoria un poema,



José Ángel Buesa



POEMA DE LA DESPEDIDA



Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.

Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.

Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.