El columpio es el corazón que siente el vacío del amor en la distancia
M Á M
Y de repente, todo cae por su propio peso, el dolor en el alma que me ha acompañado
por un insospechado tiempo, en que el corazón aguardaba por ese mi más e inmenso sueño, albergado como un gran tesoro al que solo bastaba con esperar, para sentirlo por un minúsculo instante, en que el cielo descendía para rozarme con una efímera caricia, como un premio consuelo por el tiempo invertido, por la espera constante, decae como en un precipicio.
Los sentimientos albergados se suicidan, vendados sus ojos y amordazadas las palabras.
De pronto me viene a la memoria un poema,
José Ángel Buesa
POEMA DE LA
DESPEDIDA
Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.
En silencio continúa;
ResponderBorrarquizás no quisieras verlo
pero aquí se quedará
entre los dos, para siempre.
No es renuncia a nuestro amor
pues es él el que decide
el columpio, el corazón
y una ilusión que pervive
No lo sientas despedida,
tampoco como vacío
es solo la soledad
el silencio, tuyo y mío.
Sé feliz, amor, no llores
seamos como rocío
iluminando las flores
con su rumor suave, tierno
de primaveras y otoños
que nos aguardan eternos.
No le busques explicación,
solo sé que te amo tanto
que me sangra el corazón
y lo hará con honda herida
más allá de la pasión
más allá de nuestra vida.
*
M. Á. M.
Te Amo Miguel
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