martes, 9 de diciembre de 2014

No te bastó





La noche lluviosa me inspira a pensarte, cuando no te tengo, y crece mi amor como un tormento del que no hay salida…



Te extraño y sujeto las palabras, que no te escriban, te llamen ni transiten tus calles, solo seguiré así, extrañándote, saboreando la nostalgia que me producen las pupilas al recordarte, al abrazarte con mis pestañas, que se doblan y estiran para tocarte y rozarte sin que lo adviertas, ni tu piel lo note que estoy allí, tan cerca.

Te extrañaré cada día, todo el tiempo las primeras semanas, meses, luego lo iré fraccionando hasta llegar a perderte en un suspiro como una brisa se irá consumiendo, y estarás en mí, en mis recuerdos, en esos silencios que se atesoran y permanecen perennes, los que no escondemos en los baúles, ni les permitimos al polvo echar raíces, como hiedras adueñándose de los espacios, te dejaré vivir sobre la almohada para soñarte cada madrugada, y serás tú, como hoy y siempre, mi gran amor secreto.

La vida nos habla y enseña sobre prioridades, nunca fui la tuya, siempre fuiste la mía, la razón del todo, mi mundo, la música de la mejor melodía, la fantasía que nacía y encendía las palabras para dibujarte, para amarte cada vez que te pensara, cuando a mi respirar le faltaras.

Dejaré que el mundo se desmorone solo para saberte, para alejar al olvido y sentirte a mi lado.

No te lo preguntas, porque lo sabes, lo intuyes, entiendes que no te bastaron mis palabras, ni el tiempo que te amé, no te alcanzó el amor y la magia que encierra un corazón enamorado.

Me he retirado brindándote tu espacio de libertad para que remontes tus alas y vueles muy alto, tanto como puedas, no te quiero enjaulado asfixiándote, mintiendo descaradamente, se feliz porque de eso se trata la vida.



Siempre amándote como el primer día.

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