-Necesitaba
recordar lo que era descubrir la propia personalidad, saberme única entre otras,
o solo una, el yo, que había olvidado.
-La
había visto alejarse durante tanto tiempo atrás, sin saber cómo llamarla, ni
regresarla al tiempo presente… Se marchó, sin mencionar dirección entre los
pastizales de un laberinto fangoso, dirigía sus pasos sin mirar detrás.
-Una
estela se divisaba para perderse nuevamente en un vaivén de idas y venidas, el
reloj corría deslizándose por encima de
la arena deprisa imperceptiblemente, la sonrisa desdibujada manifestaba con
pancartas su total oposición a la traición de su olvido.
-Los
deseos se aletargaron atragantándose los orgasmos por las comisuras de sus
bocas discordantes fisuradas por el frío.
-Añoranzas
de momentos que el ayer enterrara brindándole espacio a lo nuevo, lo que vendrá,
incierto…
-Una
nueva manera de brindarme a la vida despierta, revitalizando, tomando los ramilletes
como se deben sin timidez, embriagándome en su aroma, abriendo las ventanas al
sol recordando que en el corazón aún existe el amor.
- Los
deseos volverán a recorrer cada vértice en los caminos sinuosos y tú estarás
ahí, saboreando las curvas, trazando ángulos con tus manos, moldeando los
sentidos al unísono los espasmos quejumbrosos.
-Solo
bastaba, mirar muy dentro, para saber, que sigo allí…
Sensual y nostálgico, me gustó.
ResponderBorrarUn abrazo.
HD
Muchas gracias Humberto, saludos
ResponderBorrar