sábado, 27 de diciembre de 2014

Un nuevo sol, cada día

-Necesitaba recordar lo que era descubrir la propia personalidad, saberme única entre otras, o solo una, el yo, que había olvidado.

-La había visto alejarse durante tanto tiempo atrás, sin saber cómo llamarla, ni regresarla al tiempo presente… Se marchó, sin mencionar dirección entre los pastizales de un laberinto fangoso, dirigía sus pasos sin mirar detrás.

-Una estela se divisaba para perderse nuevamente en un vaivén de idas y venidas, el reloj corría deslizándose  por encima de la arena deprisa imperceptiblemente, la sonrisa desdibujada manifestaba con pancartas su total oposición a la traición de su olvido.

-Los deseos se aletargaron atragantándose los orgasmos por las comisuras de sus bocas discordantes fisuradas por el frío.

-Añoranzas de momentos que el ayer enterrara brindándole espacio a lo nuevo, lo que vendrá, incierto…

-Una nueva manera de brindarme a la vida despierta, revitalizando, tomando los ramilletes como se deben sin timidez, embriagándome en su aroma, abriendo las ventanas al sol recordando que en el corazón aún existe el amor.

- Los deseos volverán a recorrer cada vértice en los caminos sinuosos y tú estarás ahí, saboreando las curvas, trazando ángulos con tus manos, moldeando los sentidos al unísono los espasmos quejumbrosos.


-Solo bastaba, mirar muy dentro, para saber, que sigo allí…

2 comentarios: