porque me los has prestado,
para llamarte cuando te extraño,
cuando me asfixia el espanto
de no tenerte,
por nombrarte suavemente
en el silencio nocturno,
al abrigo de mi almohada,
junto a tu imagen despierto
una y otra vez para cerciorarme
que sigues ahí junto a mí.
Amelia Orellano Bracaccini
No hay comentarios.:
Publicar un comentario