Siento
que mi amor por ti, se está transformando en una obsesión, dulce y cruel obsesión
que lacera mi alma, y me consagra a la redención de amarte denodadamente, sin
importar nada más, solo tú y yo.
Te quiero
fértil
cultivando mis tierras con tus manos,
desérticas
de ti,
de tus riegos,
de tus soles,
de tus penetrantes cuidados,
te
quiero fruto mío,
apasionadamente despacio,
socavando
orgasmos,
gemidos y aullidos acalorados,
te quiero amante lujurioso de mi piel,
de mis besos,
de mis brazos,
te quiero,
dulce y lasciva,
perdición de mi razón…
Amelia
Orellano Bracaccini
No hay comentarios.:
Publicar un comentario