en la dulce espera de tus
besos,
por quien desgarra sus
ropajes
cargando el equipaje de
extrañarte
con el aliento perdido casi sombrío
junto a las aguas del río te
espero,
con la sangre de mis penas
se recargan mis venas
recorriendo
los cauces de tu condena.
¡¿Por qué me has sentenciado?!
¡Oh, mi dulce y tierno amor!
Mis labios susurran tu
nombre,
en el altar de mis sueños
donde tu amor es eterno,
donde no existe el tiempo
corroyendo los momentos,
cuando por ti mi corazón se
agita,
y en mis labios urge la
prisa
por besarte y entregarte mi
calor.
Dulces sueños dónde vienes a
mí
con tu matiz inocente,
transparente
Y sensualmente apasionado,
contigo me siento impulsiva
e irreflexiva
como una niña ilusionada que
se enamora
por primera vez,
por ti he recobrado la
sonrisa
Y el sabor de la esperanza
endulza
mis mañanas junto a la
fragancia
del alba y la suavidad de la
brisa
que seducen mis pupilas con
tu imagen,
esa que me acompaña en todo
y cada
momento, porque ella
entiende
lo que por ti siento.
Por ti he recobrado la
sonrisa,
Y mis estados se columpian
en
un vaivén de sentidos
hambrientos,
risas y llantos en un conjunto
de
extrañarte y amarte a cada
instante…
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